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Villa de Guadalupe sin prejuicios

  • lazoinfinito
  • 6 abr 2016
  • 3 Min. de lectura

Sobre Aranjuez Anillo, casi llegando a la cima de la montaña nororiental de la ciudad, se encuentra ubicado un barrio al que han llegado a considerar el mejor lugar para vivir en la comuna 1; su nombre es Villa de Guadalupe, y se divide en una parte central y en una parte baja. El viernes 1 de septiembre, bajo la iniciativa de la profesora de periodismo, hicimos una visita al ya mencionado barrio. Entre faldas y lomas está ubicado el ya mencionado barrio. El transporte público parece estar cumpliendo con las necesidades de sus habitantes, pues hay diferentes formas de acceso desde el metro y sus alimentadores, para ahorrar a la población arduas caminadas sobre tan empinadas carreteras. El centro del barrio es su iglesia, al frente de la cual están las canchas, acompañadas por mesas y bancas, convirtiendo este parque en un punto de reunión para sus habitantes, quienes se dedican a jugar ajedrez, charlar y comprar en las pequeñas tiendas que tienen lugar también en dicho parque. El ambiente calmado contrasta con los conocidos estereotipos de violencia que ya se han apoderado de la idea de comuna, fácilmente se podría pensar que allí no hay lugar para bandas criminales. Precisamente este tema de la violencia es el que motiva a la gran mayoría de personas que visitan Villa de Guadalupe con el fin de observar y estudiar el sector. Yo llegué en bus, pues no estaba muy asustada, sin embargo, a pesar de la aparente calma, mientras caminaba por las calles desde Aranjuez Anillo hasta Villa de Guadalupe, fue inevitable para mí no sentirme asustada, pues el barrio era desconocido para mí, al igual que las personas; y me sentía desconfiada de entablar conversación con algún habitante. Afortunadamente teníamos un destino ya definido: conversar con don Leonidas Pérez, un referente para todos en el barrio. Nos reunimos en un salón de la Corporación Convivamos, una cuadra arriba del parque. Allí nos ubicamos alrededor de don Leonidas, quien estaba acompañado por otros dos residentes del barrio, completamente dispuestos a escuchar sus respuestas ante nuestras preguntas. Don Leonidas fue una de las primeras personas en llegar a Villa de Guadalupe; literalmente ha visto crecer el barrio, y no solo lo ha visto, sino que ha sido uno de los principales causantes de su crecimiento. Como cualquier persona que se encariña con su lugar de residencia, don Leonidas se mostró un poco reacio ante las preguntas sobre la violencia y las bandas criminales; y se mostró mucho más tranquilo hablando de su historia y de la de su barrio. Don Leonidas llegó a Villa de Guadalupe aproximadamente en 1960, por esa época había cumplido los 21 años y venía desde Puerto Valdivia. En aquel entonces solo existía la iglesia y una casa, a la cual se le atribuyó el nombre de “La casa de Villa de Guadalupe”. Poco a poco el lugar se fue poblando, en gran parte por personas provenientes de Urrao, Antioquia. La principal causa de este crecimiento poblacional radica en la implementación del transporte, pues de otra manera era toda una odisea acceder a un barrio tan marginado del centro de la ciudad. En la actualidad, según señala don Leonidas, puede haber en promedio 25 mil personas, dato que contradice las estadísticas de la Alcaldía según las cuales hay 11848 habitantes, aunque se debe tener en cuenta que esto hace referencia a un censo realizado por el DANE en 2010. Conocimos el lugar y lo analizamos sin prejuicios; pues con la compañía de don Leonidas, tan apreciado en el barrio, nos sentimos seguros.


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